Hace unos
cuarenta y ocho años, en el hermoso país de Costa Rica, dos misioneros fieles de
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días encontraron una
familia que quería escuchar su mensaje sobre Jesucristo. En esta familia había
un padre, una madre y cinco niñas. A medida que los misioneros les enseñaron a
los padres sobre el Evangelio y el sacerdocio que ha sido restaurado en la
tierra, la madre de esta familia que estaban enseñando comenzó a entender la
importancia de tener un poseedor del sacerdocio fiel en su hogar. Ella comenzó
a desear profundamente tener un hijo para poder enseñarle a honrar su
sacerdocio. Los misioneros de esta familia bautizaron a la madre y al padre y,
al conocer el gran deseo de la madre de tener el privilegio de criar a un hijo
fiel, le prometieron que su próximo bebé sería un niño. La madre decidió que si
el Señor la bendecía con un bebé, ella lo dedicaría al Señor y lo criaría en
verdad y justicia. Llegó el día en que nació su hijo y, durante muchos años, la
madre cumplió su promesa al Señor.
Entonces, ¿por qué estamos incluyendo esta historia real en el blog de nuestra misión? Es porque durante los muchos años, la familia en crecimiento y los misioneros fieles se han mantenido en contacto. El hijo nacido de los padres en Costa Rica es Eduardo Mora, quien ahora esta
sirviendo como presidente de la Misión Honduras San Pedro Sula Este. Uno de los
fieles misioneros que enseñó el evangelio a sus padres hace muchos años es
Merlin K. Yost. Esta semana, este mismo Elder Yost y su esposa llegaron a
Honduras para servir como pareja mayores misioneras bajo la dirección del Presidente
y Hermana Mora
About forty eight years ago in the beautiful country of
Costa Rica, two hard working missionaries from The Church of Jesus Christ of
Latter-day Saints found a family who wanted to listen to their message about Jesus
Christ. In this family was a father, a
mother and five little girls. As the
missionaries taught the parents about the gospel and the priesthood that has been
restored to the earth, the mother in this family they were teaching began to
see the importance of having a faithful priesthood holder in their home. She began to deeply desire to have a son so she
could teach him to honor his priesthood.
The missionaries in this family baptized the mother and father and
knowing the mother’s great desire to have the privilege of raising a faithful son,
they promised her that her next baby would be a boy. The mother decided that if the Lord blessed
her with a baby boy, she would dedicate him to the Lord and raise him in truth
and righteousness. The day arrived when
their son was born and over many years, the mother kept her promise to the
Lord.
So why are we including this true story in our mission
blog? It is because during these many years the growing family and the hard working missionaries have kept in contact with each other. The son born to the
faithful parents is Eduardo Mora who now serves as president of the Honduras
San Pedro Sula East Mission. One of the hard working missionaries who taught the gospel to his parents many years ago is
Merlin K. Yost. This week, this same Elder Yost and his wife arrived in Honduras to serve as a couple missionary under
the direction of President and Sister Mora.
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